Blog

BLOG

42784459_m-2.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

La persona con ideación suicida.

Es importante entender que aquellas personas que recurren al suicidio, o han realizado un intento de ello, lo han visto como una posible solución radical para poder poner fin a un nivel de sufrimiento psicológico intolerable.

No obstante, se han encontrado dos tipos de pensamientos distorsionados (erróneos) que suelen poseer aquellas personas con ideación suicida:

1- Pensamientos relacionados con el sentimiento de desesperanza: Creen que van a seguir sufriendo igual indefinidamente y que no existe solución a su situación.

2- No atribuyen su perdida a un gran sufrimiento de sus seres queridos, algunos, incluso, piensan que su muerte puede llegar a ser un favor que les hace a los demás.

 

ALGUNAS SEÑALES A TENER EN CUENTA:

Existen algunos indicios que nos permiten advertir si una persona está pensando en el suicidio, estos son:

  1. Manifestaciones verbales. La persona ha expresado oralmente su deseo de quitarse la vida. Suele haber diferentes grados de expresarlo, yendo de más a menos explícito (sin un planteamiento de la acción, planteado pero sin un método determinado, con un método específico pero sin planearlo o con un plan suicida concreto).
  2. Manifestaciones no verbales. Otras veces, la persona no llega a comunicarlo de forma oral, pero si manifiesta otras señales determinadas que pueden ponernos alerta.

Se puede reflejar en comportamientos como:

  • identificándose (directa o indirectamente) con una persona conocida que se ha suicidado anteriormente o comparando su situación actual con la del/la fallecido/a,
  • tras un momento de agitación y angustia, cesa con una sensación de paz y tranquilidad interna, reflejando un conflicto ya resuelto entre los deseos de vivir y los deseos de morir, a favor de estos últimos,
  • tras preguntar directamente pueden emerger conductas no verbales que apuntan a esta ideación; el llanto sin pronunciar palabra alguna, estar cabizbajo/a mirando al suelo, un silencio repentino motivado por la propia pregunta, agitación o intranquilidad, etc.,
  • regalar sus posesiones más preciadas, correr riesgos innecesarios, cerrar asuntos, tener escondido el futuro método para llevar a cabo el suicidio, etc., son algunos indicios de la existencia de un plan suicida.

Además, las personas que se encuentran en esta tesitura suelen tener algunos pensamientos que también podemos considerar como señales de alerta, entre ellos:

Se sienten incapaces de:

  • Superar el dolor
  • Pensar claramente
  • Tomar decisiones
  • Ver alternativas
  • Dormir, comer o trabajar
  • Salir de la depresión
  • Escapar de la tristeza
  • Imaginar un futuro sin sufrimiento
  • Valorarse a sí mismas
  • Controlar la situación
  • Encontrar a alguien que les preste atención

Es importante observar estas señales dentro de un contexto, no alarmándonos por observarlas en algún momento determinado de nuestra vida  o en la de  otros. No obstante, en ciertos grupos de riesgo, o tras un tiempo prolongado, es conveniente atender a estas conductas verbales y/o no verbales. Ante la duda, es recomendable hablar con un profesional.

 

CÓMO PUEDO ACTUAR SI…

Tengo a alguien cercano con pensamientos suicidas:

  • Hable las cosas de forma clara y abierta acerca del suicidio.
  • Exprese su preocupación.
  • Actúe dispuesto/a a escuchar y deje a la persona expresarse libremente, sin juzgarle, sin dar sermones sobre el valor de la vida.
  • Muéstrese disponible y cercano/a, demostrando interés real y apoyo.
  • No le desafíe a cometerlo.
  • Tranquilice a esta persona.
  • No prometa confidencialidad, será conveniente buscar ayuda entre sus familiares y personas más allegadas.
  • Explíquele otras alternativas disponibles, pero sin caer en consejos fáciles.
  • Adopte medidas prácticas (controle o retire todos aquellos elementos que puedan suponer un riesgo).
  • Intente no dejar a esa persona sola, pero sin llegar a una situación de excesivo control.
  • Busque ayuda profesional e informe de si existe algún antecedente familiar de suicidio.

 

Soy yo quien tiene pensamientos suicidas:

  • No olvides que no estás solo/a. Busca ayuda a algún familiar, amigo/a y/o terapeuta y coméntale tus preocupaciones. No mantengas en secreto tus pensamientos sobre el suicidio. Ábrete a los demás, comunícate con personas en las que confía.
  • Aunque en este momento no lo parezca, los pensamientos suicidas suelen estar asociados con problemas que pueden resolverse. Que no veas ahora la solución no significa que esta no exista.
  • La crisis de suicidio suelen ser pasajeras. Todo es pasajero y esto también, a pesar de que ahora mismo lo sientas diferente.
  • No actúes de forma impulsiva.
  • Consulta con un profesional de la salud.
  • Conoce los servicios de urgencia 24h que puedan atenderle en momentos de crisis (se expondrán al final del texto)*.
  • Tome distancia de cualquier medio con el que pueda hacerse daño.
  • Evite el consumo de alcohol u otras drogas.
  • En momentos de crisis o muy bajo estado de ánimo, evite realizar aquellas actividades que no suelen salirle bien o encuentra difícil.
  • Planifique actividades diarias, relaciónese con otras personas.
  • Manténgase activo/a y ocupado/a.

 

En resumen, ante este tipo de situaciones, es conveniente:

  • Involucrar a otras personas significativas que puedan contribuir a superar esta situación.
  • Contar con el apoyo de un profesional experto, que les podrá guiar y ayudar en esta situación.

 

Ante una crisis, pueden contactar con los siguientes números de emergencias 24h:

  • Número de emergencia; 112
  • Teléfono de la esperanza; 717 003 717
  • Teléfono de la esperanza, provincia de Jaén; 953 260 931

Como propuesta futura, el gobierno ha lanzado un número gratuito contra el suicidio, el 024, no disponible en la fecha de esta publicación.

 

REFERENCIAS:

Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza. (2019). Cómo prevenir y actuar ante el suicidio. Guía para afectados, familiares, docentes y supervivientes. https://www.telefonodelaesperanza.org/assets/Guia%20del%20suicidio.pdf

Comunidad de Madrid. (2016). ¡No estás solo! Enséñales a vivir. Guía para la prevención de la conducta suicida dirigida a docentes. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM017853.pdf

De la Torre Martí, M. (2013). Protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida. Guía desarrollada por el Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Madrid. https://psicologosemergenciasbaleares.files.wordpress.com/2018/01/protocolo_ideacion_suicida.pdf

Generalitat Valenciana. (2017). Vivir es la salida. Plan de prevención del suicidio y manejo de la conducta suicida de la Comunidad Valenciana. http://www.prevenciodelsuicidi.san.gva.es/documents/7217942/7267322/GU%C3%8DA+SUICIDIO+%C3%81MBITO+SANITARIO.pdf

INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021a). Instituto Nacional de Estadística. (National Statistics Institute). https://www.ine.es/dynt3/inebase/index.htm?padre=8272&capsel=8272

INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021b). Tasas estandarizadas de mortalidad por causa de muerte (causas más frecuentes de cada grupo de edad), sexo, nivel de estudio y edad. 25 y más años. INE. https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?tpx=48308

Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Ministerio de Justicia. (2021). Epidemiología y toxicología de las muertes por suicidio en España. Memoria 2019. https://www.mjusticia.gob.es/es/AreaTematica/DocumentacionPublicaciones/InstListDownload/Memoria_Suicidios_INTCF_2019.pdf

Pérez Barrero, S. A. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La importancia de conocerlos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 3(34), 386–394.

Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud. (2010). Guía sobre la prevención del suicidio para personas con ideación suicida y familiares. https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/sites/default/files/sincfiles/wsas-media-pdf_publicacion/2021/guia_prevencionsuicidio.pdf


blog-1.jpg?fit=800%2C533&ssl=1

El Suicidio: prevalencia y mitos.

El suicidio, entendido como ese acto deliberado de quitarse la propia vida, un acto tan atroz que muchas veces se convierte en tabú, ignorándolo como si fuese un acontecimiento de baja probabilidad de ocurrencia o como si el mero hecho de hablarlo pudiera desembocar en ello, pero ¿qué dicen los datos? ¿Son casos aislados los casos de suicidio?

PREVALENCIA

Atendiendo al último estudio presentado en el año 2021 por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), se recogieron, en 2019, un total de 1.822 casos relacionados con el suicidio. Esto supone un 37,2% de todas las muertes violentas en España, recogidas por dicha institución.

Basándonos en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio se ha convertido en  la primera causa de muerte en personas con edades comprendidas entre 25 y 44 años, seguido de los accidentes.

Así, el suicidio en España se convierte en la primera causa de muerte producida por factores externos, con una mayor prevalencia en hombres que en mujeres, una cifra que ha ido aumentando a lo largo de los años.

Además, centrándonos en datos más concretos y en la prevalencia según las distintas CC.AA. recogidas por el INTCF;  en el caso de Andalucía, se posiciona como la CC.AA. con mayor tasa de suicidios frente a otras (el 39% de los casos recibidos en 2019).

Su alta prevalencia refleja la necesidad de hablar de ello, conocer y desmontar sus mitos y saber cómo actuar ante determinadas situaciones que se pudieran dar.

 

MITOS RESPECTO AL SUICIDIO vs CRITERIO CIENTÍFICO

Son muchas las creencias populares que giran en torno al suicidio,  siendo muchas de ellas erróneas. Conocerlas y compararlas con información basada en datos reales nos puede ayudar a cambiar nuestra manera de actuar y pensar, darnos cuenta de señales y prevenir futuros intentos de suicidios. A continuación se exponen algunos mitos más populares encontrados en la literatura:

  • La persona que se quiere matar no lo dice y quien lo dice no lo hace.
    • Realmente, 9 de cada 10 personas que se suicidan manifestaron claramente sus intenciones o dejaron entreverla. Si bien, todo el que se suicida expresó lo que ocurriría con palabras, amenazas, gestos o cambios de conductas. Por esto, es importante conocer los signos de advertencia y tenerlos presente.
  • Las personas que intentan el suicidio solo quieren llamar la atención.
    • Las personas que han intentado el suicidio son aquellas a las cuales no les ha servido sus mecanismos de adaptación y afrontamientos a los problemas, por lo que no encuentran alternativas, excepto intentar ir contra su propia vida.
  • Si de verdad se hubiera querido matar, hubiera intentado otro método más mortal.
    • Toda persona que se suicida se encuentra en una ambivalencia entre morir o seguir viviendo. No obstante, el método elegido no refleja estos deseos de morir.
  • La persona que se repone de una crisis suicida no corre peligro de recaer.
    • Según los datos, casi la mitad de los que atravesaron por una crisis suicida y consumaron el suicidio, lo llevaron a cabo después de los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado. Ocurre que cuando la persona mejora, sus movimientos se hacen más ágiles, está en condiciones de llevar a vías de hecho las ideas suicidas que aún persisten, y antes, debido a la inactividad e incapacidad de movimientos ágiles, no podía hacerlo.
  • La persona que intenta el suicidio estará en ese peligro toda la vida.
    • El mayor riesgo de suicidio suele ser a corto plazo y específico según la situación. Aunque los pensamientos suicidas pueden regresar, no son permanentes, y quien haya tenido pensamientos e intentos suicidas puede llevar después una larga vida.
  • Toda persona que se suicida está deprimida o es un enfermo mental.
    • El comportamiento suicida indica una infelicidad profunda, pero no necesariamente un trastorno mental. Muchas personas que viven con trastornos mentales no están afectadas por el comportamiento suicida y no todas las personas que se quitan la vida tiene un trastorno mental.
  • No se puede prevenir porque ocurre por impulso.
    • Antes de intentar suicidarse, toda persona evidencia varios síntomas consistentes en constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad (la cual ya no es dirigida hacia otras personas y se reserva para sí) y existencia de fantasías suicidas, todo lo cual se puede detectar a su debido tiempo, a fin de evitar que esta persona lleve a cabo sus propósitos.
  • Hablar sobre suicidio con una persona en riesgo puede incitar a que lo realice.
    • Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo, en vez de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.
  • Una persona que se va a suicidar no emite señales de lo que va a hacer.
    • Todo el que se suicida expresó con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurriría.
  • El/la suicida realmente desea morir.
    • Como se mencionó anteriormente, quien se suicida está en una posición ambivalente, es decir, desea morir si su vida continúa de la misma manera y desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella. Con una buena prevención y detección a tiempo podría inclinarse la balanza hacia la vida.
  • Los/as niños/as no se suicidan.
    • El suicidio no es una cuestión de edad o etapa de la vida, aunque es cierto que existe mayor prevalencia en algunas edad que en otras. Sin embargo, después que un/a niño/a adquiere el concepto de muerte puede cometer el suicidio y, de hecho, ellos toman decisiones de este tipo a estas edades.
  • Si se reta a un suicida, este no lo intenta.
    • Retar al suicida es un acto irresponsable, pues se está frente a una persona
    • vulnerable, en situación de crisis, cuyos mecanismos de adaptación han fracasado, predominando precisamente los deseos de autodestruirse.

REFERENCIAS:

Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza. (2019). Cómo prevenir y actuar ante el suicidio. Guía para afectados, familiares, docentes y supervivientes. https://www.telefonodelaesperanza.org/assets/Guia%20del%20suicidio.pdf

Comunidad de Madrid. (2016). ¡No estás solo! Enséñales a vivir. Guía para la prevención de la conducta suicida dirigida a docentes. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM017853.pdf

De la Torre Martí, M. (2013). Protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida. Guía desarrollada por el Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Madrid. https://psicologosemergenciasbaleares.files.wordpress.com/2018/01/protocolo_ideacion_suicida.pdf

Generalitat Valenciana. (2017). Vivir es la salida. Plan de prevención del suicidio y manejo de la conducta suicida de la Comunidad Valenciana. http://www.prevenciodelsuicidi.san.gva.es/documents/7217942/7267322/GU%C3%8DA+SUICIDIO+%C3%81MBITO+SANITARIO.pdf

INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021a). Instituto Nacional de Estadística. (National Statistics Institute). https://www.ine.es/dynt3/inebase/index.htm?padre=8272&capsel=8272

INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021b). Tasas estandarizadas de mortalidad por causa de muerte (causas más frecuentes de cada grupo de edad), sexo, nivel de estudio y edad. 25 y más años. INE. https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?tpx=48308

Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Ministerio de Justicia. (2021). Epidemiología y toxicología de las muertes por suicidio en España. Memoria 2019. https://www.mjusticia.gob.es/es/AreaTematica/DocumentacionPublicaciones/InstListDownload/Memoria_Suicidios_INTCF_2019.pdf

Pérez Barrero, S. A. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La importancia de conocerlos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 3(34), 386–394.

Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud. (2010). Guía sobre la prevención del suicidio para personas con ideación suicida y familiares. https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/sites/default/files/sincfiles/wsas-media-pdf_publicacion/2021/guia_prevencionsuicidio.pdf


albanta-spicologos1.jpg?fit=1200%2C500&ssl=1

Lo primero, ¿Qué es la autoestima? ¿En qué se diferencia del autoconcepto?

El autoconcepto se refiere a la percepción e imagen que se tiene de uno mismo. Tiene una dimensión cognitiva, y está muy ligado a la autoestima, por lo que en muchas ocasiones pueden llegar a confundirse. El autoconcepto puede tener diversas formas, según las distintas áreas de la vida de una persona:

  • Autoconcepto físico: Percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestro físico y apariencia, así como de nuestras habilidades y competencias.
  • Autoconcepto académico o laboral: Imagen que una persona tiene de sí misma en relación a sus estudios o a su trabajo, consecuencia de sus éxitos y fracasos en el ámbito académico o laboral.
  • Autoconcepto social: Percepción de nuestras relaciones sociales, calidad de las mismas, asertividad y adaptación al medio.
  • Autoconcepto personal: Percepción de la propia identidad, autocontrol, autonomía e independencia.
  • Autoconcepto emocional: Sentimientos en relación a uno mismo, equilibrio emocional y confianza.

Por otro lado, la autoestima se puede definir como la actitud que tenemos hacia nosotros mismos. Tiene una dimensión valorativa y afectiva, consiste en nuestra manera habitual de pensar, sentir y actuar con nuestro propio ‘’yo’’, y es consecuencia de todas las experiencias, acciones que nos van sucediendo a lo largo de nuestra vida y los sentimientos que éstas nos generan. La autoestima tiene una naturaleza dinámica, es decir, que puede reforzarse o puede debilitarse, y de ella dependerán nuestro desarrollo vital, nuestra salud psicológica y nuestras relaciones interpersonales.

La autoestima tiene 3 componentes: cognitivo, afectivo y conductual.

  • El cognitivo, que está está formado por los conocimientos que tenemos de nosotros mismos; ideas, opiniones, creencias y percepciones.
  • El afectivo, que se refiere a la valoración y los sentimientos que nos atribuimos (admiración o afecto, rechazo o desprecio, etc.) y al grado de aceptación que tenemos de nosotros mismos. Esto último es lo que se conoce como autoestima positiva o autoestima negativa.
  • El conductual, ya que nuestras acciones vienen muy determinadas por la opinión que tengamos de nosotros mismos y del esfuerzo que estemos dispuestos a realizar para conseguir el reconocimiento, tanto propio como ajeno.

Una autoestima sana implica una valoración objetiva y realista de uno mismo, aceptándonos tal y como somos y desarrollando sentimientos positivos y agradables hacia uno mismo. Esto no implica que tengamos que vernos como personas maravillosas o perfectas, sino que, aún sabiendo que tenemos luces y sombras, nos aceptamos tal y como somos, nos queremos, nos valoramos y nos respetamos.

Una vez definidos estos conceptos… ¿Se puede mejorar la autoestima? ¿Cómo hacerlo?

La autoestima puede reforzarse y mejorarse, pero no es fácil. Las personas que tienen una autoestima negativa suelen presentar sintomatología adicional (puede ser de bajo estado de ánimo, de ansiedad, etc.) que es necesaria trabajar con un profesional. Aunque la mejor opción sea acudir a un psicólogo y abordar el problema, existen pautas para poner en práctica en el día a día que, según algunos autores, funcionarían para tratar de mejorar la autoestima y hacernos conscientes de la importancia de valorarnos a nosotros mismos. Dichas pautas son:

  • Vivir conscientemente: Consiste en ser reflexivos con nosotros mismos, con nuestras aptitudes y limitaciones, conocernos profundamente y tratar de afrontar los problemas y dificultades que nos puedan ir surgiendo en el día a día. No seremos capaces de resolver problemas si no conocemos ni somos conscientes de nuestras propias capacidades. Una buena idea, puede ser escribir nuestras fortalezas en un papel y tenerlo siempre a mano.
  • Aceptarse a uno mismo: Aceptarnos de manera completa, con virtudes y defectos, sin sabotearnos, sin fingir ser otra persona. Solo así nos reconciliaremos con nosotros mismos y con nuestros errores del pasado. Nadie es perfecto, pero eso no significa que no nos merezcamos amor y respeto.
  • Ser autorresponsables: Comprender y hacernos cargo de nuestros actos y decisiones, cogiendo las riendas de nuestra propia vida, sabiendo que éstos, además, tienen consecuencias en los demás. Esto aumentará nuestra sensación de control y evitaremos el malestar que genera sentir que son otros los que deciden por uno mismo.
  • Vivir con propósitos: Ponernos metas realistas a corto plazo y realizar actividades placenteras, que nos produzcan felicidad. Esto nos generará sensaciones de logro y una retroalimentación positiva.

Consúltanos, te atenderemos encantados

Reserva

Bibliografía

Branden, N. (1993). El poder de la Autoestima. Paidos Iberica, Ediciones S. A.

Zenteno Durán, M. E. (2020). La autoestima y como mejorarla. Ventana Científica8(13), 43-46.

Roa García, A. (2017). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania. Estudios Y Propuestas Socioeducativos., (44), 241-257.


103552525_m.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

El estrés en niños es experimentado como un conjunto de reacciones psicológicas y biológicas que tienen lugar ante un suceso determinado y que produce un desequilibrio general en el individuo. Este estrés, al igual que en adultos, es adaptativo, de manera que ayuda a reaccionar ante una situación inusual o de peligro, pero cuando las demandas del ambiente superan las propias del individuo, es cuando el estrés se consideraría disfuncional (Vega y Saracini, 2018). Mientras esto último no suceda, la exposición a este estrés (siempre y cuando sea adecuadamente supervisado y apoyado) constituye una base para hacer frente a futuros factores de estrés más severos (Perry, 2014). Es recomendable la presencia de un cuidador que ayude a identificar esta emoción y le acompañe en el proceso de enfrentamiento (Vega y Saracini, 2018).

El trastorno relacionado con este estrés es el Trastorno de Estrés Postraumático, también conocido como TEPT y definido por la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (APA, 2014) como una exposición a un suceso traumático, tanto si este se percibe por el sujeto como una amenaza o como real. Este suceso puede estar relacionado con una lesión, violencia o incluso la muerte. El trastorno se experimenta cuando el individuo ha vivido de forma directa o indirecta el trauma, cuando tiene conocimientos de que este le ha sucedido a algún familiar o allegado o cuando se ha expuesto de forma frecuente a hechos traumáticos relacionados. Este trastorno no es diagnosticado hasta que transcurre mínimo un mes desde que el evento traumático ocurrió (Cohen, 2010).

En la población infantil en general, el TEPT es exteriorizado con síntomas intrusivos, alteraciones de la alerta del niño, cambios de reacción al tratar el hecho traumático (Vega y Saracini, 2018), pesadillas, alteraciones conductuales, cognitivas, físicas o afectivas (Cohen, 2010) y juego repetitivo (Bas, Fernández, Barbacil y Gutiérrez, 2006).

En cuanto al tratamiento para niños diagnosticados con TEPT, según diversos artículos (De La Barra, 2013; De Arellano et al., 2009 y Cohen, 2010), las terapias con más éxito serían las que ponen su foco de atención en el trauma en sí y no tratando solamente los síntomas presentes, sino trabajando con el objetivo de que el niño adquiera resiliencia y un mejor funcionamiento para el futuro. Dentro de estas terapias estaría englobada, por ejemplo, la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) (De La Barra, 2013).

De esta misma forma, también es conveniente no solo trabajar con el niño como sujeto aislado, sino también con el ambiente que le rodea. Así, sería importante incluir a padres en la terapia y explorar las relaciones sociales del menor (De La Barra, 2013).

Dentro de la TCC se puede destacar 4 componentes: desarrollo de estrategias de afrontamiento, exposición al estímulo que causa la ansiedad, manejo de habilidades conductuales y psicoeducación. Se propone que estos componentes se trabajen tanto con el niño como con los padres (De Arellano et al., 2009).

Bibliografía

American Psychiatric Association (2014). Trastornos depresivos. En Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM5), 5ªEd (pp. 155-188). Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Bas Sarmiento, P., Fernández Gutierrez, M., Barbacil Vicario, A., y Gutiérrez Vázquez, C. V. (2006). Perspectivas actuales en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático en la población infantil: Análisis bibliométrico. Clínica y Salud, 17(1), 69-89.

Cohen, J. A., Issues, T. W. G. O. Q., y AACAP Work Group on Quality Issues. (2010). Practice parameter for the assessment and treatment of children and adolescents with posttraumatic stress disorder. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, 49(4), 414-430.

De Arellano, M., Bridges, A., Hernández, M., Kenneth, R., Vasquez, D., Acierno, R., y Danielson, C. (2009). Trastorno por estrés postraumático en niños: una revisión. Behavioral Psychology, 17(1), 11-39.

De la Barra Mac, F. (2013). Trastorno de estrés post traumático en niños y adolescentes. Revista chilena de pediatría, 84(1), 7-9.

Perry, B. (2014). Estrés, Trauma y Trastornos de Estrés Post-traumático en los niños. Recuperado de: https://childtrauma. org/wpcontent/uploads/2014/10/PTSD_Spanish_sm. pdf.

Vega-Arce, M., y Saracini, C. (2018). El juego como recurso en la psicoterapia infantil frente al estrés y trauma.


42784454_m-1.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

Lyubomirsky, S., (2008) identifica en su conocido libro: “la ciencia de la felicidad”, los factores más importantes que determinan la felicidad (figura 1).

Aunque parezca difícil de aceptar, un 50% de la felicidad de las personas depende de su valor de referencia determinado genéticamente. Pero quizás lo más llamativo sea que tan sólo un 10% de la felicidad se explique por las circunstancias vitales o situaciones, esto es: tener más o menos dinero, estar más o menos sano, tener o no pareja, estar solteros o casados, ser más o menos guapos, etc. Sin embargo, esto nos deja una situación claramente esperanzadora, ya que significa aceptar que el 40% de nuestra felicidad está en manos de cada persona y depende directamente de su comportamiento.

La felicidad es un término científicamente difícil de manejar y su estudio serio implica disolver el término en al menos tres rutas distintas y mejor definidas para alcanzar la «felicidad» (Seligman, M.E.P., 2002):

a) La vida placentera: esta vía se corresponde con la idea que todas las personas suelen hacerse de lo que es la felicidad. Consiste en aumentar la cantidad de emociones positivas en nuestra vida. Es practicar el hedonismo puro. Concentrarse en todo lo bueno de nuestro presente, perdonando y agradeciendo el pasado y siendo optimista y manteniendo la esperanza de lo que nos depara el futuro.

b) La vida comprometida: se trata de conocer cuáles son nuestras fortalezas personales y llevarlas a la práctica. También consiste en enfocarnos en aquellas tareas capaces de hacernos experimentar lo que se ha llamado “flow”. Son tareas en las que tenemos la sensación de que el tiempo se detiene, fluye, tareas que nos absorben. Las tareas que son capaces de hacernos experimentar estas sensaciones suelen ser nuestras actividades favoritas. Para alcanzar el estado de flow, las tareas deben estar equilibradas y no ser ni muy aburridas, ni muy estresantes. Si eres consciente de tus fortalezas personales, al aplicarlas a una tarea, podrás experimentar con mayor probabilidad ese compromiso al que se refiere el autor del concepto.

(c) La vida significativa: se refiere a la búsqueda de sentido de la vida, una vida trascendente. Consiste en perseguir objetivos que van más allá de uno mismo. Ayudar a los demás a través de nuestras propias fortalezas. Es poner nuestras mayores capacidades al servicio de los demás.

La investigación reciente sugiere que las personas más satisfechas con su vida, son aquellas que orientan sus actividades hacia los tres. No obstante, se ha detectado que el mayor peso en el bienestar viene determinado por la vida comprometida y la vida significativa.

Las personas felices son más sanas, más exitosas y más comprometidas socialmente, y la dirección es causal en ambos sentidos. (Peterson, C., Park, N., y Seligman, M.E.P., 2005). Esto mismo demuestran Lyubomirsky, S., King, L., y Diener, Ed., (2005) en su metaanálisis en el que se encuentra un tamaño de efecto significativo tras analizar diferentes estudios con respecto a que la felicidad no solo trae consigo sentirse bien. Se encuentra que las personas más felices, son también más sociables y tienen más energía, son más generosas y están más dispuestas a cooperar, caen mejor a los demás, son mejores líderes y negociadores, son más fuertes ante la adversidad, tienen un sistema inmunitario más potente, físicamente son más sanas, viven más y ganan más dinero. Una persona feliz, tiene más probabilidad por tanto de tener pareja, conservarla, tener más amigos, más éxito y más dinero. Además, la evidencia derivada del estudio, sugiere que el bienestar psicológico, puede ser la causa de muchas de las características deseables, los recursos y los éxitos correlacionados con la felicidad.

 

Referencias

Lyubomirsky, S., King, L. y Diener, Ed. (2005). The Benefits of Frequent Positive Affect: Does Happiness Lead to Success? Psychological Bulletin, 131 (6), 803-855.

Lyubomirsky, S. (2008). La ciencia de la felicidad. Barcelona: Urano.

Seligman, M. E. P. (2002). Authentic happiness: using the new positive psychology to realize your potential for lasting fulfillment. New York: Free Press.

Seligman, M. E. P., Steen, T. A., Park, N., Peterson, C., & Report, P. (2005). Positive Psychology in Progress. Empirical validation of interventions. American Psychologist, 60, 410–421.

 

 


blog-1.jpg?fit=800%2C533&ssl=1

13/09/2020 Artículos

Ante el problema que la Covid-19 ha originado a todos los niveles en nuestra sociedad, se nos hace necesario adaptar nuestros hábitos y modos de hacer, a todos los niveles, a las demandas a las que, como ciudadanía, y como profesionales nos hemos visto sometidos. Con ello, no sólo contribuimos a la no propagación de la pandemia, sino que a través de la prestación online de nuestros servicios, seguimos con nuestra contribución a la salud emocional y mental de las personas y por tanto de la sociedad.

Por ello, desde el Gabinete de Logopedia y Psicología Albanta, seguimos atendiendo a tus demandas, ofreciendo profesionalidad y seguridad en todos nuestros servicios a través de la Psicología online. Detengámonos unos instantes a conocer en qué consiste esta modalidad de terapia y qué nos puede aportar.

Podemos definir la psicología online como la prestación de los servicios psicológicos a través del uso de las tecnologías de la información y de la tele comunicación, mediante el empleo de recursos electrónicos, como pueden ser dispositivos móviles, teléfonos, ordenadores personales, tabletas o similares.

El objetivo de la psicología online es por tanto acercar los servicios que ofrece la Psicología a toda persona que los precise, manteniendo su eficacia clínica e incorporando las ventajas que esta modalidad aporta al proceso terapéutico.

Para ello hay que tener en cuenta una serie de consideraciones que minimicen el posible impacto que esta modalidad de terapia pudiera tener en el proceso por sus características intrínsecas, como pueden ser las dificultades en el manejo de la tecnología que se va a emplear, la dificultad en la comunicación al estar mediatizada por un dispositivo o la privacidad del paciente y de la información que se tratará en las sesiones.

En primer lugar, hemos de cuidar la selección del profesional que hacemos, conociendo su identidad y sus credenciales, labor que se facilita si el profesional está respaldado por un gabinete de Psicología con trayectoria profesional conocida, lo cual ya es una garantía para todos los aspectos que comentamos a continuación.

La selección de una plataforma adecuada para el cliente que aúne el fácil acceso a ella para el paciente, y el cuidado en todo momento de su seguridad y de la privacidad de sus datos y de la información que se va a tratar en cada sesión, es un aspecto muy importante que facilitará la apertura al trabajo posterior y evitará cualquier complicación relacionada con esto.  Desde el Gabinete de Logopedia y Psicología Albanta trabajamos con diferentes plataformas, respetando las prioridades del paciente y cuidando escrupulosamente de la información sensible que rodea al paciente, adaptando todos nuestros protocolos a la normativa de Protección de Datos Personales actualmente vigente, Reglamento (UE) 2016/679, de 27 de abril (GDPR), y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre (LOPDGDD).

Además de cumplir con la normativa en vigor incidimos en el cuidado del entorno por parte del terapeuta, y valoramos la adecuación, la eficacia y la seguridad que ofrece esta modalidad online en cada caso concreto. Nuestro objetivo es proporcionar en la modalidad online las mismas condiciones que caracterizan a un entorno profesional estándar en una intervención presencial.

Una vez estudiados y cuidados todos estos aspectos, el proceso terapéutico sigue el mismo curso que en la Psicología presencial. En primer lugar, se hace necesario realizar un buen encuadre con el cliente en el que se acuerden los términos en los que se desarrollarán las sesiones, duración, periodicidad y precio de las mismas y modalidad de pago, y metodología general de trabajo. Ya en sesiones se realizará una evaluación exhaustiva de cada caso, el consiguiente diagnóstico y/o identificación de necesidades y la planificación de la intervención más adecuada para cada caso, teniendo en cuenta las evidencias científicas disponibles en cada momento que respalden la selección de un tratamiento eficaz, las características y las prioridades de la persona. Desde los primeros contactos se hace muy importante cuidar la relación terapéutica y establecer un buen vínculo terapeuta-paciente que contribuye favorablemente al éxito del trabajo que viene después.

La intervención online, al igual que la presencial, se adecuará a cada caso que pueda traer el paciente, pudiendo ofrecer servicios de consultoría para empresas, asesoría en toma de decisiones, psicoterapia al servicio de la reorganización de aspectos de la personalidad que acerquen a la persona a una vida tranquila, atención en crisis y/o remisión a otros profesionales que pudieran completar el tratamiento integral de la persona.

Llegados a este momento analicemos las ventajas que puede presentar la Psicología online frente a las sesiones tradicionales de psicoterapia.

Es una buena opción para solventar las limitaciones geográficas en las personas que residen lejos del lugar donde pasa consulta física su psicólogo o psicóloga de elección, o para las personas que tengan limitaciones físicas para el acceso al transporte que les permite desplazarse hasta la consulta. Por tanto, esta modalidad amplía nuestras opciones de elección de profesional sin limitaciones geográficas. Esto puede ir acompañado de un abaratamiento de los costes económicos si tenemos en cuenta el ahorro en transporte.

Para algunos trastornos psicológicos y/o mentales específicos se puede dar una dificultad objetiva, o subjetiva, para el acceso presencial a una consulta de un profesional de la Psicología, como pudiera ser una en depresión mayor, esquizofrenias graves, fobias, consumo de sustancias psicoactivas, etc., por lo que la opción online puede utilizarse en una fase del tratamiento ofreciendo buenos resultados.

Una de las grandes ventajas que supone la psicología online es el ahorro de tiempo en el traslado físico al gabinete, tiempo que podemos utilizar en otras cuestiones. Además, aporta un plus de flexibilidad, ya que podemos realizar la sesión desde cualquier lugar en el que tengamos conexión WiFi, además del entorno apropiado para realizar la sesión en las debidas condiciones de seguridad y privacidad.

Al igual que se puede combinar con la presencial, si en el proceso del tratamiento tenemos la necesidad de viajar y mantener las sesiones establecidas.

Por otro lado, es una muy buena opción para las personas que prefieren mantener una total discreción en cuanto a su asistencia a una consulta de Psicología. Al margen de la racionalidad de las creencias que puedan sustentar esta preferencia, que habitualmente están relacionadas con el tratamiento estigmatizado e injusto que tradicionalmente se les ha dado a las personas que han utilizado los servicios de salud mental, la realidad es que la modalidad online preserva el anonimato del paciente si este así lo desea.

Otra de las ventajas es que en la psicoterapia online tanto el profesional como el paciente tienen a mano todas las posibilidades que ofrece Internet y los dispositivos electrónicos como la opción de mandar imágenes, grabaciones, enlaces, etc. Para utilizarlos como recursos a favor de la terapia.

Por todo ello, es interesante conocer que hay opciones y alternativas eficaces y muy interesantes para seguir cuidándote, sean cuales sean las condiciones que te rodeen, y sean cuáles sean, las situaciones que se nos presenten en los próximos meses. Lo más importante es seguir cuidándote y atendiendo a tus necesidades. 

Albanta. Logopedia y Psicología


60510979_l.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

Los primeros años de la vida de un niño o niña son muy importantes para su salud y su desarrollo físico, intelectual, emocional y social. Los padres y madres, los y las profesionales de la salud y los y las educadoras, debemos trabajar en consonancia para asegurar que los menores crezcan y se desarrollen de forma saludable y desarrollen su máximo potencial. Cada niño y cada niña tiene un ritmo de desarrollo propio, pero hay unos indicadores del desarrollo, con márgenes amplios, dentro de los cuales debe encontrarse el desarrollo del menor para poder decir que su desarrollo es normotípico, o está dentro de la normalidad.

En ocasiones se produce un marcado retraso en alguna o en varias de las áreas del desarrollo que podría estar indicando que hay una dificultad en el desarrollo del niño o niña, lo cual puede generar algunas necesidades específicas de apoyo en el niño o niña que le facilite el acceso a la educación. Y también puede ocurrir que este desarrollo sea de mayor precocidad con respecto a su grupo normativo, lo cual también puede requerir ciertos apoyos para optimizar el desarrollo integral del niño o niña dentro de su grupo.

La escuela tiene entre sus funciones generales la de proporcionar un conocimiento general y básico común entre todos y todas las niñas, para lo cual se hace imprescindible enlazar esta función con las de compensación de desigualdades que pudiera presentar el alumnado por diferentes causas y la de integración de los niños y niñas en interacción con su grupo.

Para vehiculizar la educación inclusiva y de calidad, la escuela tiene sus propios mecanismos y medidas, entre las que están la formación adecuada del profesorado, metodologías alternativas, adaptaciones curriculares, programas específicos, planes de trabajo estructurados, nuevas tecnologías, actividades interesantes, más tiempo para quien lo necesite etc.

Además de estas medidas, hay otras que contribuyen de forma complementaria a hacer posible el principio de igualdad de oportunidades y estas son las becas y ayudas que el Ministerio de Educación y Formación Profesional convoca destinadas al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.

El objetivo de esta convocatoria es dar especial protección a este alumnado con necesidades específicas, bien asociadas a algún tipo de discapacidad o trastorno grave de conducta de la que resulte la necesidad de recibir educación especial, bien a una alta capacidad intelectual que precise actividades complementarias a la formación reglada. También es destinatario de estas becas el alumnado afectado por Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad (TDAH) en un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella que requieren determinados apoyos y atenciones educativas; y el alumnado afectado por Trastorno del Espectro Autista (TEA) y que requieran estos apoyos y atenciones educativas específicas.

El alumnado que esté afectado por esta condición y lo acredite debidamente, además y cumpla con una serie de requisitos de umbral de renta familiar, podrá solicitar este tipo de becas o ayudas.

Entre las ayudas disponibles a tal fin están las ayudas para la reeducación pedagógica, destinadas a la financiación de una intervención psicoeducativa específica y profesional orientada a alumnado que muestre dificultades concretas de aprendizaje vinculadas a la presencia de algún trastorno específico y las ayudas para la reeducación del lenguaje destinadas a la financiación de una intervención profesional dirigida a la mejora y optimización de alguno o varios de los componentes del lenguaje.

Desde el Gabinete de Logopedia y Psicología Albanta llevamos 25 años trabajando con y para los y las niñas, para contribuir a su desarrollo integral, trabajando allí donde más lo necesitan para compensar las posibles dificultades que presenten y favorecer su desarrollo. Para ello ponemos a tu disposición nuestros servicios de Psicología y Logopedia, con profesionales cualificados que trabajan para fomentar la autonomía de los niños y niñas, las habilidades para la vida independiente, habilidades para la comunicación, empleo apropiado del lenguaje y habilidades para el desarrollo de las capacidades cognitivas, de socialización y habilidades para el desarrollo positivo de la personalidad, manejo de problemas de conducta, etc, entre otras.

Desde el Gabinete Albanta nos encargamos de la gestión de la beca sin coste alguno para ti y te facilitamos toda la información y asesoramiento que necesites en el proceso.

Nosotros estamos preparados para empezar con el trabajo ¿comenzamos?


ALBANTA-BECAS-2020.gif?fit=300%2C600&ssl=1

Ya se pueden solicitar las Becas de Educación Especial (Ayudas para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo) para el curso 2020-2021, el plazo finaliza el próximo 30 de septiembre.
Como es habitual, Albanta Logopedia y Psicología se ofrece a dar la información y a cumplimentar las solicitudes de forma GRATUITA a todos/as aquellos/as que puedan acogerse a dicha ayuda. Llámenos al 953 60 26 27, 953 88 00 09, 626 02 08 30 ó al 607 18 42 22 y le atenderemos encantados.


cabcera_albanta_empresa-2.jpg?fit=1200%2C375&ssl=1

Actualmente estamos atravesando una situación novedosa y para nada fácil en nuestro país o mejor dicho, en el mundo entero.

Estamos frente a una Pandemia Mundial, y sí, hablamos del “Covid-19” o más conocido como “Coronavirus”, motivo por el cual y para proteger a la población y poder frenar su propagación se han tomado las medidas de confinamiento desde el Gobierno. Ante esta medida y la falta de certeza sobre la duración que tendrá, se pueden generar sentimientos de miedo, ansiedad e incertidumbre, que son totalmente normales en esta situación y en similares, por lo que sería deseable una adecuada gestión de estos sentimientos para influir positivamente a nuestra salud mental.

Seguro que muchas veces hemos escuchado e incluso hecho referencia muy a la ligera a la palabra ansiedad, más aún, seguro que en los últimos días, la hemos escuchado más de una vez junto con otras como miedo, angustia e incertidumbre. Pero ¿qué es realmente la ansiedad?, pues bien, en el siguiente artículo vamos hablar de la ansiedad, la angustia, el miedo y en cómo esta situación puede afectar tanto en nuestra salud psicológica como física y en nuestro sistema inmunológico.

Desde hace muchos años estos términos se han considerado como sinónimos, sin embargo, hoy veremos la diferencia entre ellos:

  • El miedo, es una emoción primaria y que desde el origen de los tiempos ha servido para alertarnos de los peligros e incitar a la supervivencia, es decir, se refiere a tener miedo a una situación o estímulo específico (por ejemplo tener miedo a la oscuridad). Ahora bien, un poco de miedo está bien, pero en exceso no es bueno y si seguimos leyendo descubriremos por qué.
  • La ansiedad, hace referencia a las sensaciones de miedo que se producen al adelantarnos a los acontecimientos que consideramos amenazantes. Es decir, antes de que ocurra el acontecimiento, estamos pensando continuamente en él y en cómo será. Estos pensamientos muy probablemente pueden ser constantes, intrusivos y negativos en nuestro cerebro (por ejemplo: “no vamos a salir de esta”, “seguro que me contagio y se lo transmito a mi familia”, “voy a contagiarme y voy a morir”, “esto va a ser una pesadilla”, “me voy a quedar sin trabajo y no voy a salir de esta”). En condiciones normales, la ansiedad sería un mecanismo de defensa ante situaciones de peligro, siempre y cuando no suponga la afectación de la vida diaria de la persona (en este caso sería conveniente solicitar ayuda).
  • La angustia hace referencia más a las sensaciones físicas del miedo y puede cursar, entre otras, con sensación de opresión en el pecho, taquicardias, sudoración e incluso en ocasiones experimentar náuseas. Para diferenciar la angustia de la ansiedad, diremos que la ansiedad hace referencia al componente psíquico del miedo (más mental), mientras que la angustia se refiere al componente fisiológico.

¿Cómo saber cuándo estamos experimentando un  exceso de ansiedad?

Cuando experimentemos:

  • Malestar excesivo cuando se habla del tema en cuestión.
  • Preocupación excesiva y persistente hacia la situación que se está viviendo y ante la posibilidad de que vaya a peor, afectando a la propia persona y a familiares y allegados.
  • Pesadillas sobre el tema en cuestión.
  • Sensaciones de falta de aire, aumento de la temperatura, taquicardias, dolores de cabeza…

Y os preguntaréis, ¿qué tiene que ver en todo esto el sistema inmunológico?

Pues bien, vamos a hacer una breve explicación de ello.  En la Antigüedad, se pensaba que la mente y el cuerpo eran dos entes o “cosas” separadas y sin relación alguna entre sí.

Sin embargo, desde hace unos años se sabe que la mente y el cuerpo son un todo, es decir, lo que pasa en el cuerpo afecta a la mente y viceversa. Por ello, cuando experimentamos ansiedad prolongada en el tiempo, se debilita nuestro sistema inmunológico, permitiendo que los patógenos (virus, bacterias, etc.) que entren a nuestro organismo tengan más probabilidades de ganar la batalla. Es por ello que se hace muy necesario el pedir ayuda para seguir manteniendo fortalecida nuestra salud psicológica, también en tiempos de crisis

¿Cómo puedo pedir ayuda si no puedo salir de casa?… “Telepsicología”

Afortunadamente y gracias a las nuevas tecnologías, los profesionales de la piscología pueden intervenir de manera on line a través de la Telepsicología. Este concepto es definido por el Consejo General de la Psicología en España como “Prestación de servicios psicológicos empleando tecnologías de la información y de la telecomunicación, mediante el procesamiento de la información por medios eléctricos, electromagnéticos, electromecánicos, electro-ópticos o electrónicos”. En ocasiones, este tipo de atención es utilizada como complemento a la terapia presencial y en otros muchos casos como único método de consulta.

Recuerda que desde Albanta Logopedia y Psicología, seguimos estando a tu lado para acompañarte en estos tiempos de incertidumbre.

 

Referencias:

Becerra-García, A.M., Madalena, A.C., Estanislau, C., Rodríguez-Rico, J.L y Dias, H. (2007). Ansiedad y Miedo: Su valor adaptativo y maladaptaciones. Revista Latinoamericana de Psicología 2007, 39 (1), 75-81. Universidad de Sao Paulo, Brasil. Recuperado el 22 de marzo de 2020 de: http://publicaciones.konradlorenz.edu.co/index.php/rlpsi/article/view/571/406

Sarudiansky, M. (2013). Ansiedad, angustia y neurosis. Antecedentes conceptuales e históricos. Psicología Iberoamericana, 21(2),19-28. Recuperado el 22 de marzo de 2020 de: https://www.academia.edu/20384763/Redalyc.Ansiedad_angustia_y_neurosis._Antecedentes_conceptuales_e_hist%C3%B3ricos

Sierra, J.C., Ortega, V. y  Zubeidat, I. (2003). Ansiedad, angustia y estrés: tres conceptosa diferenciar. Revista Mal-estar E Subjetividade, 3(1),10 – 59. Recuperado el 23 de marzo de 2020 de:  http:// www.clacso.redalyc.org/articulo.oa?id=27130102

Simaes, A. (2018). Telemedicina y telepsicologia: la inclusión de las TIC en los servicios de salud. X Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXV Jornadas de Investigación XIV Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Recuperado el 23 de marzo de 2020 de: https://www.aacademica.org/000-122/710


46452266_m.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

OTROS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

 

1.PICA

Se desconocen las causas que provocan la pica. Algunos estudios sugieren que el origen está en el déficit de hierro u otros minerales o vitaminas en el organismo, lo que conduce a éste a buscar estos nutrientes en materiales no comestibles. Sin embargo no se ha podido constatar en todos los casos que hubiera una carencia previa en el organismo. Está asociada con frecuencia a niños con discapacidades cognitivas, trastornos del desarrollo y trastorno obsesivo compulsivo.

La Pica es un trastorno que consiste en ingerir sustancias no nutritivas como, por ejemplo, arena o yeso. Es más habitual durante la infancia, y en algunos casos se presenta en niños que tienen autismo o un retraso mental.

Los criterios para diagnosticar pica son:

  • Ingestión persistente de sustancias no nutritivas durante un período de al menos 1 mes.
  • La ingestión de sustancias no nutritivas es inadecuada para el nivel de desarrollo.
  • La conducta ingestiva no forma parte de prácticas sancionadas culturalmente.
  • Si la conducta ingestiva aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. Ej., retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia) es de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.

 

1.2  TRATAMIENTO

En tratamiento de los trastornos de rumiación y pica es complejo. En general, las terapias utilizadas se dirigen a la modificación de la conducta.

El tratamiento es difícil y no existe medicación para estos trastornos”. Puede ser útil la terapia psicológica dirigida “a controlar los impulsos”. Asimismo, recuerda que “son más frecuentes en la infancia y tienden a desaparecer en la edad adulta”.

 

 

  1. TRASTORNO POR RUMIACIÓN

Este trastorno se caracteriza por regurgitaciones repetidas de alimento, que van del estómago a la boca, para volver a masticar. Estas regurgitaciones repetidas hacen incompatible el mantenimiento de un peso adecuado.

Los criterios para diagnosticar trastorno por rumiación son:

  • Regurgitaciones repetidas, sin náuseas o enfermedad gastrointestinal asociada, durante al menos un mes, después de un período de funcionamiento normal.
  • Pérdida de peso o incapacidad para alcanzar el peso normal.

 

2.2 TRATAMIENTO

El tratamiento será diferente en función de la edad y la capacidad intelectual del individuo que lo presenta.

En adultos y adolescentes el biofeedback y las técnicas de relajación o respiración diafragmática después de la ingesta o cuando se produce la regurgitación han mostrado ser útiles.

En niños y en personas con déficits intelectuales las técnicas de modificación de conducta, incluyendo los tratamientos que emplean técnicas operantes, son las que han mostrado más eficacia.

Algunos ejemplos son: retirar la atención al niño mientras realiza la conducta que queremos reducir y darle refuerzos primarios o incondicionados (afecto y atención) o materiales (una chuchería) cuando no regurgite. Otros autores apuestan por poner un sabor desagradable (amargo o ácido) en la lengua cuando está empezando los movimientos típicos de rumiación.

En el caso de los niños, es importante que la familia entienda el trastorno y aprenda algunas pautas de acción ante la conducta problemática, y como se suele aconsejar en estos casos, tener mucha paciencia. Si la relación entre los padres y el hijo no es buena, es necesario trabajar las dificultades emocionales que pueden estar manteniendo el problema.

 

  1. TRASTORNO DE EVITACIÓN/RESTRICCIÓN DE LOS ALIMENTOS

 

Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y variaciones extremadamente caprichosas de lo que es una conducta alimentaria normal. Puede acompañarse de trastorno por rumiación.

Los criterios para diagnosticar trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia son:

  • Alteración de la alimentación manifestada por una dificultad persistente para comer adecuadamente, con incapacidad significativa para aumentar de peso o con pérdidas significativas de peso durante al menos 1 mes.
  • La alteración no se debe a una enfermedad gastrointestinal ni a otra enfermedad médica asociada (p. Ej., Reflujo esofágico).
  • El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. Ej., Trastorno de rumiación) o por la no disponibilidad de alimentos.
  • El inicio es anterior a los 6 años de edad.

 

3.1.  TRATRAMIENTO

  • Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual se puede utilizar para ayudar a que las personas con este trastorno aprendan a comer normalmente. Puede ayudarles a sentirse menos ansiosos respecto a lo que comen.

 

BIBLIOGRAFIA

Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado (TCANE). Por la promoción de la salud y la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria. Ima. Recuperado de: http://www.f-ima.org/es/trastornos-relacionados/trastorno-de-la-conducta-alimentaria-no-especificado-tcane

Trastorno de rumiación: síntomas, causas y tratamiento. Psicología y Mente. Julia Uliaque Moll. de: https://psicologiaymente.com/clinica/trastorno-de-rumiacion

 

 

 


EN LINARES
Avenida de Andalucía, 2 A - 1ºB. 23700 Linares ( Jaén)

Fijo : 953 60 26 27
Móvil: 626 02 08 30

EN JAÉN
Avenida de Andalucía, 2 - 1ºE. 23006 Jaén

Fijo: 953 88 00 09
Movil: 623 52 57 74

HORARIOS:
Lunes a Viernes de 09:00-14:00
Lunes a Viernes de 16:00-21:00

Centro sanitario autorizado por la Consejería de Salud con NICA 25978 en Linares y NICA 24909 en Jaén

Jándalo Robótix - Lixteo ❤ hechoenespaña.com

informacion@albanta-psicologos.com

Ir al contenido