Blog

BLOG

103552525_m.jpg?fit=1200%2C800&ssl=1

El síndrome de Asperger es un tipo de autismo leve que se caracteriza por la falta de empatía, así como por la obsesión por determinadas acciones. Suelen poder llevar una vida normal, salvo en la comunicación con otras personas. Debido a que no lleva implícito ningún retraso mental, suele establecerse más tardíamente que otros tipos de autismo. Los datos obtenidos a través de estudios recientes muestran que el número de casos de personas con síndrome de Asperger es mucho más alto que los casos de autismo o cualquier otro trastorno del desarrollo.

Los déficits en el síndrome de Asperger se centran a dos áreas: déficits sociales o de comunicación, e intereses fijos y conductas repetitivas. Los déficits de la conducta social son inseparables de los comunicativos: se considera que es mejor considerarlos como un mismo conjunto de síntomas. El trastorno de Asperger no se diagnostica si se cumplen criterios de otro tipo de trastorno, por lo que, aunque haya similitudes con un trastorno obsesivo-compulsivo, el síndrome de Asperger muestra una alteración cualitativa de la interacción social y un patrón de intereses y actividades más restrictivo.

Aunque actualmente no existe un tratamiento específico para el síndrome de Asperger, se pueden aplicar los principios pedagógicos que se utilizan para trabajar con niños con autismo, sabiendo que estos obtendrán mejores resultados en la mayoría de los casos. A continuación se mencionan los principales signos de alerta del autismo para padres y profesores, según la Guía de buena práctica para la detección temprana de los trastornos del espectro autista (2005):

  • En relación al desarrollo social: no sonríe socialmente; tiene pobre contacto ocular; consigue las cosas por sí mismo; es muy independiente; parece preferir jugar solo; está en su propio mundo; no está interesado en otras personas; hace las cosas precozmente.
  • En relación a la comunicación: no responde a su nombre, parece oír algunas veces, pero no otras; no puede decir lo que quiere; no señala ni dice adiós con la mano; no sigue instrucciones; muestra un retraso en el lenguaje; solía usar unas pocas palabras, pero ya no las dice.
  • En relación a la conducta: no sabe cómo jugar con sus juguetes; tiene un cariño extraño por algún juguete; pone los objetos en fila; es hipersensible con ciertas texturas o sonidos; anda de puntillas; tiene patrones de movimiento raros; tiene rabietas; es hiperactivo, no cooperador y oposicionista.

Una característica propia de las personas con síndrome de Asperger es la capacidad normal de inteligencia “impersonal”. Las pruebas y tests de evaluación señalan una inteligencia normal (pueden darse casos en los que su inteligencia sea incluso superior a la media) pero su perfil cognitivo suele presentar diferencias muy grandes en algunas áreas, mientras que en otras su obtienen una puntuación baja (normalmente las que miden conductas sociales).

Algunas estrategias para trabajar con niños con síndrome de Asperger son:

  • Favorecer la interacción social.
  • Trabajar el reconocimiento de los estados emocionales y mentales propios, previo al reconocimiento de los demás.
  • El tratamiento de las conductas desafiantes debe seguir los principios del apoyo conductual positivo.
  • Construir habilidades de comunicación espontánea y funcional.
  • Implicación en actividades de aprendizaje significativas y apropiadas a la edad, que sean funcionales en múltiples contextos.
  • Asegurar la generalización de los aprendizajes.
  • Incluir en la intervención a la familia y a su entorno más cercano.
  • Ayudar a organizar y planificar su vida cotidiana y sus actividades.
  • Anticipar la secuencia de acontecimientos o rutinas que tienen lugar en el día a día.

Por último, los niños con síndrome de Asperger suelen querer entablar relaciones sociales pero no tienen las herramientas necesarias, por lo que trabajar la gestión emocional y sensorial así como la regulación conductual es imprescindible en estos casos.

Bibliografía

A.P.A. (2014). DSM-V. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Gallego, M. M. (2012). Guía para la integración del alumnado con TEA en Educación Primaria. Salamanca: Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO).

AA. (2005). Guía de buena práctica para la detección temprana de los trastornos del espectro autista. Revista de Neurología, 41(4), 237-245.


albanta_index-3.jpg?fit=1200%2C499&ssl=1

Antes de hablar de la intervención resulta fundamental tener claro la gran diversidad que se ha comentado que existe, en el anterior artículo, en dicho trastorno.

Esta diversidad es la que va a guiar el proceso de intervención. Desde nuestra formación académica se nos advierte de la importancia de crear un proceso terapéutico que realmente este fundamentado en la individualización del tratamiento. Sin embargo, la experiencia y abundante literatura acerca de los trastornos psicológicos permite que en ocasiones el profesional pueda aplicar técnicas, manuales, o programas de manera similar a los distintos pacientes; al igual que durante nuestro proceso formativo se nos ha destacado la importancia de buscar una motivación real en el paciente. Cuando se habla de TEA, tenemos que tener en cuenta que hablamos de menores, cuyos intereses son restringidos; por tanto, nuestra intervención debe basarse justamente en crear un programa cuya base sea dicho interés.

Por ejemplo, un chico con TEA que tenga un interés superior en todo lo relacionado con los coches puede orientarnos en crear programas específicos para mejorar atención, motricidad, lectoescritura… basado en material de medios de transporte. Buscando siempre que el menor haga una tarea motivadora para él, pero que al mismo tiempo consiga superar nuestros objetivos de tratamiento.

Es por este motivo, que los profesionales dedicados al TEA requieren de una alta creatividad y paciencia, ya que requiere de numeroso material que quizás sirva para un solo chico.

En Albanta Logopedia y Psicologóa pensamos que la intervención, al igual que en el resto de trastornos, debe basarse en potenciar los puntos fuertes de estos sujetos permitiendo mejorar sus dificultades. Es bien conocido por todos, que las personas con TEA tienen mejor procesamiento visual que verbal, de este modo desde que son pequeños se potencia las explicaciones, normas, agendas a nivel visual; no pretendiendo que se creen frases eternas transcritas de forma visual, sino imágenes funcionales que le permitan entender mejor qué está pasando a su alrededor.

Incluso la comunicación, se fomenta de forma visual. La logopedia tiene una labor fundamental dentro de este ámbito, desde atención temprana, los profesionales deben propiciar que el menor aumente su intencionalidad comunicativa, quizás al inicio simplemente se busca que el menor coja la mano de su madre y la acerque hacia el juguete que no alcanza, pero que sin duda es un proceso comunicativo.

En ocasiones, los sujetos con TEA presentan alteraciones en el lenguaje verbal es por esto que los logopedas incorporar sistemas de comunicación aumentativos o alternativos, a través de las imágenes. Como su propio nombre indica, la función de este sistema es aumentar el lenguaje o potenciarlo, así como en el caso de los sujetos no verbales conseguir que comuniquen sus intereses, sentimientos… Es importante, que la sociedad también abra su mente respecto a este tema, ya que en ocasiones pensamos que una persona que no controle la comunicación verbal no puede comunicarse obviando otros medios de comunicación que sin duda resultan funcionales.

Resulta complicado determinar qué áreas deben ser tratadas en sujetos con TEA, pero de forma general se puede concretar algunas de las que tratamos en Albanta Logopedia y Psicología:

  • Aspectos sociales, es importante crear historias sociales con apoyos visuales que muestren una explicación de cómo debe comportarse el sujeto ante determinadas situaciones de la vida diaria. Los sujetos con TEA quieren relacionarse con su medio, pero en ocasiones presentan grandes dificultades en cuánto no entienden qué pasa o cómo deben reaccionar.
  • Procesos cognitivos, como atención, teoría de la mente, …
  • Regulación emocional, que identifiquen, expresen de forma adecuada tanto sus emociones como las del resto.
  • Potenciar actividades de juego, qué entiendan el juego simbólico, funcional, así como compartan el juego con sus iguales.
  • Fomentar y potenciar la comunicación, verbal y no verbal.
  • Mejorar la expresión verbal.
  • Aspectos académicos.
  • Actividades de la vida diaria.

Estos entre otros muchos ámbitos deben ser objeto de intervención en dicho trastorno, ámbitos que cualquier sujeto neurotipico también debe trabajar, pero en el caso de los sujetos con TEA es importante que todo el material este adaptado en bases a sus necesidades de apoyo pertinentes.


albanta-spicologos_v.jpg?fit=1200%2C531&ssl=1

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Actualmente, no existen censos o estudios oficiales que otorguen información acerca de la prevalencia actual de TEA en España, pero es cierto que los profesionales del ámbito sanitario alertan sobre un posible aumento de los casos detectados y diagnosticados, rompiendo ciertos mitos que hasta el momento existían como que existe una mayor prevalencia de dicho trastorno en varones respecto a mujeres. Según Autism-Europe (2015) se considera que existe una proporción de 1 caso de TEA cada 100 nacimientos. Sin embargo, estos valores se quedan cortos en comparación con otros estudios recientes, por ejemplo, el Centro para el Control y prevención de Enfermedades, estiman una prevalencia que 1 de cada 59 niños en EEUU presenta dicho trastorno.

El diagnóstico suele aparecer en torno a los dos años de vida, siendo prolongable hasta incluso la edad adulta. ¿Por qué ocurre eso? Hablar de autismo requiere hablar de una gran diversidad de posibles manifestaciones, es lo que hace del autismo un trastorno complicado de definir o identificar, pero tan fascinante para la mayoría de los profesionales entregados a este ámbito.

Sería absurdo hablar de un patrón de comportamiento común en toda la humanidad, al igual que resulta absurdo pretender que todas las personas que presenten TEA tengan el mismo comportamiento, personalidad e intereses.

Es común encontrar afirmaciones como que las personas con TEA presentan aislamiento social, rechazo al contacto, conductas agresivas o que tienen discapacidad intelectual asociada, como en la mayoría de los casos las afirmaciones que se basan en generalizaciones son falsas.

Es obvio, que desde la sanidad se pretenda crear un esquema básico que recoja ciertas características comunes en estos sujetos, pero la presencia de algunas de estas características de forma aislada no conlleva a tener TEA, así como todas las personas que tienen TEA no presentan dificultad en todos los ámbitos que a continuación se mencionan:

Según el DSM 5 y de forma resumida, las principales características del TEA son:

  • Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos (Contacto visual, acercamiento social “anormal”, dificultades para ajustar el comportamiento en diversos contextos sociales…).
  • Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades (Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos, inflexibilidad de rutinas, intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés, hiper- o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno…).
  • Dicho trastorno aparece desde las primeras fases del desarrollo.

Especificar si:

  • Con o sin déficit intelectual acompañante.
  • Con o sin deterioro del lenguaje acompañante.

Como se puede observar las características engloban comportamientos bastantes generales, mostrando una gran diversidad si mostramos las posibles combinaciones de las mismas.

Es importante que antes de mostrar prejuicios o ciertas ideas arcaicas, se tengan un acercamiento real a estos sujetos porque sin duda conocer de cerca personas con TEA nos ayude a entender la gran diversidad y el gran error de la generalización de patrones.


EN LINARES
Avenida de Andalucía, 2 A - 1ºB. 23700 Linares ( Jaén)

Fijo : 953 60 26 27
Móvil: 626 02 08 30

EN JAÉN
Avenida de Andalucía, 2 - 1ºE. 23006 Jaén

Fijo: 953 88 00 09
Movil: 623 52 57 74

HORARIOS:
Lunes a Viernes de 09:00-14:00
Lunes a Viernes de 16:00-21:00

Centro sanitario autorizado por la Consejería de Salud con NICA 25978 en Linares y NICA 24909 en Jaén

NICOLÁS GARRIDO MARTINEZ ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020, financiada como parte de la respuesta de la Unión a la pandemia de COVID-19 (REACT-UE), para compensar el sobrecoste energético de gas natural y/o electricidad a pymes y autónomos especialmente afectados por el incremento de los precios del gas natural y la electricidad provocados por el impacto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.

Jándalo Robótix - Lixteo ❤ hechoenespaña.com

informacion@albanta-psicologos.com

Ir al contenido