Ansiedad en tiempos de incertidumbre (Covid-19)
Actualmente estamos atravesando una situación novedosa y para nada fácil en nuestro país o mejor dicho, en el mundo entero.
Estamos frente a una Pandemia Mundial, y sí, hablamos del “Covid-19” o más conocido como “Coronavirus”, motivo por el cual y para proteger a la población y poder frenar su propagación se han tomado las medidas de confinamiento desde el Gobierno. Ante esta medida y la falta de certeza sobre la duración que tendrá, se pueden generar sentimientos de miedo, ansiedad e incertidumbre, que son totalmente normales en esta situación y en similares, por lo que sería deseable una adecuada gestión de estos sentimientos para influir positivamente a nuestra salud mental.
Seguro que muchas veces hemos escuchado e incluso hecho referencia muy a la ligera a la palabra ansiedad, más aún, seguro que en los últimos días, la hemos escuchado más de una vez junto con otras como miedo, angustia e incertidumbre. Pero ¿qué es realmente la ansiedad?, pues bien, en el siguiente artículo vamos hablar de la ansiedad, la angustia, el miedo y en cómo esta situación puede afectar tanto en nuestra salud psicológica como física y en nuestro sistema inmunológico.
Desde hace muchos años estos términos se han considerado como sinónimos, sin embargo, hoy veremos la diferencia entre ellos:
- El miedo, es una emoción primaria y que desde el origen de los tiempos ha servido para alertarnos de los peligros e incitar a la supervivencia, es decir, se refiere a tener miedo a una situación o estímulo específico (por ejemplo tener miedo a la oscuridad). Ahora bien, un poco de miedo está bien, pero en exceso no es bueno y si seguimos leyendo descubriremos por qué.
- La ansiedad, hace referencia a las sensaciones de miedo que se producen al adelantarnos a los acontecimientos que consideramos amenazantes. Es decir, antes de que ocurra el acontecimiento, estamos pensando continuamente en él y en cómo será. Estos pensamientos muy probablemente pueden ser constantes, intrusivos y negativos en nuestro cerebro (por ejemplo: “no vamos a salir de esta”, “seguro que me contagio y se lo transmito a mi familia”, “voy a contagiarme y voy a morir”, “esto va a ser una pesadilla”, “me voy a quedar sin trabajo y no voy a salir de esta”). En condiciones normales, la ansiedad sería un mecanismo de defensa ante situaciones de peligro, siempre y cuando no suponga la afectación de la vida diaria de la persona (en este caso sería conveniente solicitar ayuda).
- La angustia hace referencia más a las sensaciones físicas del miedo y puede cursar, entre otras, con sensación de opresión en el pecho, taquicardias, sudoración e incluso en ocasiones experimentar náuseas. Para diferenciar la angustia de la ansiedad, diremos que la ansiedad hace referencia al componente psíquico del miedo (más mental), mientras que la angustia se refiere al componente fisiológico.
¿Cómo saber cuándo estamos experimentando un exceso de ansiedad?
Cuando experimentemos:
- Malestar excesivo cuando se habla del tema en cuestión.
- Preocupación excesiva y persistente hacia la situación que se está viviendo y ante la posibilidad de que vaya a peor, afectando a la propia persona y a familiares y allegados.
- Pesadillas sobre el tema en cuestión.
- Sensaciones de falta de aire, aumento de la temperatura, taquicardias, dolores de cabeza…
Y os preguntaréis, ¿qué tiene que ver en todo esto el sistema inmunológico?
Pues bien, vamos a hacer una breve explicación de ello. En la Antigüedad, se pensaba que la mente y el cuerpo eran dos entes o “cosas” separadas y sin relación alguna entre sí.
Sin embargo, desde hace unos años se sabe que la mente y el cuerpo son un todo, es decir, lo que pasa en el cuerpo afecta a la mente y viceversa. Por ello, cuando experimentamos ansiedad prolongada en el tiempo, se debilita nuestro sistema inmunológico, permitiendo que los patógenos (virus, bacterias, etc.) que entren a nuestro organismo tengan más probabilidades de ganar la batalla. Es por ello que se hace muy necesario el pedir ayuda para seguir manteniendo fortalecida nuestra salud psicológica, también en tiempos de crisis
¿Cómo puedo pedir ayuda si no puedo salir de casa?… “Telepsicología”
Afortunadamente y gracias a las nuevas tecnologías, los profesionales de la piscología pueden intervenir de manera on line a través de la Telepsicología. Este concepto es definido por el Consejo General de la Psicología en España como “Prestación de servicios psicológicos empleando tecnologías de la información y de la telecomunicación, mediante el procesamiento de la información por medios eléctricos, electromagnéticos, electromecánicos, electro-ópticos o electrónicos”. En ocasiones, este tipo de atención es utilizada como complemento a la terapia presencial y en otros muchos casos como único método de consulta.
Recuerda que desde Albanta Logopedia y Psicología, seguimos estando a tu lado para acompañarte en estos tiempos de incertidumbre.
Referencias:
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