El suicidio: prevalencia y mitos
El Suicidio: prevalencia y mitos.
El suicidio, entendido como ese acto deliberado de quitarse la propia vida, un acto tan atroz que muchas veces se convierte en tabú, ignorándolo como si fuese un acontecimiento de baja probabilidad de ocurrencia o como si el mero hecho de hablarlo pudiera desembocar en ello, pero ¿qué dicen los datos? ¿Son casos aislados los casos de suicidio?
PREVALENCIA
Atendiendo al último estudio presentado en el año 2021 por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), se recogieron, en 2019, un total de 1.822 casos relacionados con el suicidio. Esto supone un 37,2% de todas las muertes violentas en España, recogidas por dicha institución.
Basándonos en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte en personas con edades comprendidas entre 25 y 44 años, seguido de los accidentes.
Así, el suicidio en España se convierte en la primera causa de muerte producida por factores externos, con una mayor prevalencia en hombres que en mujeres, una cifra que ha ido aumentando a lo largo de los años.
Además, centrándonos en datos más concretos y en la prevalencia según las distintas CC.AA. recogidas por el INTCF; en el caso de Andalucía, se posiciona como la CC.AA. con mayor tasa de suicidios frente a otras (el 39% de los casos recibidos en 2019).
Su alta prevalencia refleja la necesidad de hablar de ello, conocer y desmontar sus mitos y saber cómo actuar ante determinadas situaciones que se pudieran dar.
MITOS RESPECTO AL SUICIDIO vs CRITERIO CIENTÍFICO
Son muchas las creencias populares que giran en torno al suicidio, siendo muchas de ellas erróneas. Conocerlas y compararlas con información basada en datos reales nos puede ayudar a cambiar nuestra manera de actuar y pensar, darnos cuenta de señales y prevenir futuros intentos de suicidios. A continuación se exponen algunos mitos más populares encontrados en la literatura:
- La persona que se quiere matar no lo dice y quien lo dice no lo hace.
- Realmente, 9 de cada 10 personas que se suicidan manifestaron claramente sus intenciones o dejaron entreverla. Si bien, todo el que se suicida expresó lo que ocurriría con palabras, amenazas, gestos o cambios de conductas. Por esto, es importante conocer los signos de advertencia y tenerlos presente.
- Las personas que intentan el suicidio solo quieren llamar la atención.
- Las personas que han intentado el suicidio son aquellas a las cuales no les ha servido sus mecanismos de adaptación y afrontamientos a los problemas, por lo que no encuentran alternativas, excepto intentar ir contra su propia vida.
- Si de verdad se hubiera querido matar, hubiera intentado otro método más mortal.
- Toda persona que se suicida se encuentra en una ambivalencia entre morir o seguir viviendo. No obstante, el método elegido no refleja estos deseos de morir.
- La persona que se repone de una crisis suicida no corre peligro de recaer.
- Según los datos, casi la mitad de los que atravesaron por una crisis suicida y consumaron el suicidio, lo llevaron a cabo después de los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado. Ocurre que cuando la persona mejora, sus movimientos se hacen más ágiles, está en condiciones de llevar a vías de hecho las ideas suicidas que aún persisten, y antes, debido a la inactividad e incapacidad de movimientos ágiles, no podía hacerlo.
- La persona que intenta el suicidio estará en ese peligro toda la vida.
- El mayor riesgo de suicidio suele ser a corto plazo y específico según la situación. Aunque los pensamientos suicidas pueden regresar, no son permanentes, y quien haya tenido pensamientos e intentos suicidas puede llevar después una larga vida.
- Toda persona que se suicida está deprimida o es un enfermo mental.
- El comportamiento suicida indica una infelicidad profunda, pero no necesariamente un trastorno mental. Muchas personas que viven con trastornos mentales no están afectadas por el comportamiento suicida y no todas las personas que se quitan la vida tiene un trastorno mental.
- No se puede prevenir porque ocurre por impulso.
- Antes de intentar suicidarse, toda persona evidencia varios síntomas consistentes en constricción de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad (la cual ya no es dirigida hacia otras personas y se reserva para sí) y existencia de fantasías suicidas, todo lo cual se puede detectar a su debido tiempo, a fin de evitar que esta persona lleve a cabo sus propósitos.
- Hablar sobre suicidio con una persona en riesgo puede incitar a que lo realice.
- Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo, en vez de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.
- Una persona que se va a suicidar no emite señales de lo que va a hacer.
- Todo el que se suicida expresó con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurriría.
- El/la suicida realmente desea morir.
- Como se mencionó anteriormente, quien se suicida está en una posición ambivalente, es decir, desea morir si su vida continúa de la misma manera y desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella. Con una buena prevención y detección a tiempo podría inclinarse la balanza hacia la vida.
- Los/as niños/as no se suicidan.
- El suicidio no es una cuestión de edad o etapa de la vida, aunque es cierto que existe mayor prevalencia en algunas edad que en otras. Sin embargo, después que un/a niño/a adquiere el concepto de muerte puede cometer el suicidio y, de hecho, ellos toman decisiones de este tipo a estas edades.
- Si se reta a un suicida, este no lo intenta.
- Retar al suicida es un acto irresponsable, pues se está frente a una persona
- vulnerable, en situación de crisis, cuyos mecanismos de adaptación han fracasado, predominando precisamente los deseos de autodestruirse.
REFERENCIAS:
Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza. (2019). Cómo prevenir y actuar ante el suicidio. Guía para afectados, familiares, docentes y supervivientes. https://www.telefonodelaesperanza.org/assets/Guia%20del%20suicidio.pdf
Comunidad de Madrid. (2016). ¡No estás solo! Enséñales a vivir. Guía para la prevención de la conducta suicida dirigida a docentes. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM017853.pdf
De la Torre Martí, M. (2013). Protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida. Guía desarrollada por el Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Madrid. https://psicologosemergenciasbaleares.files.wordpress.com/2018/01/protocolo_ideacion_suicida.pdf
Generalitat Valenciana. (2017). Vivir es la salida. Plan de prevención del suicidio y manejo de la conducta suicida de la Comunidad Valenciana. http://www.prevenciodelsuicidi.san.gva.es/documents/7217942/7267322/GU%C3%8DA+SUICIDIO+%C3%81MBITO+SANITARIO.pdf
INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021a). Instituto Nacional de Estadística. (National Statistics Institute). https://www.ine.es/dynt3/inebase/index.htm?padre=8272&capsel=8272
INE – Instituto Nacional de Estadística. (2021b). Tasas estandarizadas de mortalidad por causa de muerte (causas más frecuentes de cada grupo de edad), sexo, nivel de estudio y edad. 25 y más años. INE. https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?tpx=48308
Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Ministerio de Justicia. (2021). Epidemiología y toxicología de las muertes por suicidio en España. Memoria 2019. https://www.mjusticia.gob.es/es/AreaTematica/DocumentacionPublicaciones/InstListDownload/Memoria_Suicidios_INTCF_2019.pdf
Pérez Barrero, S. A. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La importancia de conocerlos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 3(34), 386–394.
Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud. (2010). Guía sobre la prevención del suicidio para personas con ideación suicida y familiares. https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/sites/default/files/sincfiles/wsas-media-pdf_publicacion/2021/guia_prevencionsuicidio.pdf