SEÑALES DE ALERTA EN EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
Los trastornos del espectro autista (TEA) son patologías del neurodesarrollo que se manifiestan como déficits en determinadas áreas fundamentales. Los requisitos para el diagnóstico de los TEA son los siguientes: A) déficit en la comunicación y la interacción social, y B) conductas e intereses restringidos y repetitivos, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5).
- Déficit en la comunicación y la interacción social: Dependiendo de la edad, el nivel intelectual y las capacidades del lenguaje que presenten los individuos, las deficiencias en la comunicación social tendrán diferentes manifestaciones. El rango puede variar desde la ausencia completa del habla hasta la escasa compresión.
- Conductas e intereses restringidos y repetitivos: Podemos destacar: estereotipias motoras simples (aleteo de manos, movimientos rápidos de los dedos), uso repetitivo de objetos (colocar juguetes alineados) y habla repetitiva. La excesiva inflexibilidad de las rutinas y patrones de comportamiento restringidos se pueden manifestar como una resistencia a los cambios. Por ejemplo: sentir angustia por cambios pequeños, insistir en seguir las reglas, rigidez de pensamiento. Los intereses muy restringidos y fijos tienden a ser anormales en su intensidad o foco.
En ocasiones, las compensaciones y las ayudas pueden ayudar a enmascarar las dificultades en algunos contextos, aunque las características diagnósticas centrales sean evidentes en el período de desarrollo. Estas características se van a manifestar de diferente forma según la gravedad de la afección autista, el nivel del desarrollo y la edad cronológica; de ahí el término espectro.
SEÑALES DE ALERTA
INMEDIATA
A los 12 meses, no balbucea ni hace gestos.
A los 18 meses, no dice palabras sencillas.
A los 24 meses, no dice frases de dos palabras.
Déficit de habilidades del lenguaje o a nivel social a cualquier edad.
ANTES DE LOS 12 MESES
El uso de la mirada es escaso.
No muestra anticipación cuando va a ser cogido.
No juega a juegos simples.
Falta de sonrisa social.
No manifiesta ansiedad ante los extraños sobre los 9 meses.
DESPUÉS DE LOS 12 MESES
Menor contacto ocular.
Si se le llama, no responde a su nombre
No señala para pedir algo.
Respuesta inusual ante estímulos auditivos.
Falta de interés en juegos simples.
No utiliza la mirada para observar hacia donde otros señalan.
No hay imitación espontánea.
Ausencia de balbuceo comunicativo como si conversara con el adulto.
ENTRE LOS 18-24 MESES
No señala con el dedo para compartir un interés
Dificultades para seguir la mirada del adulto.
No utiliza la mirada para observar hacia donde otros señalan.
No muestra un desarrollo del lenguaje comprensivo y/o expresivo adecuado.
Falta de juego funcional con juguetes o presencia de formas repetitivas de juego con objetos.
Ausencia de juego simbólico.
El interés por otros niños o hermanos es escaso.
No suele mostrar objetos.
No responde cuando se le llama.
No imita ni repite gestos o acciones que otros hacen.
Pocas expresiones para compartir afecto positivo.
Ahora no utiliza palabras que antes usaba.
Se ha propuesto que la edad media del diagnóstico es a los tres o cuatro años, o incluso más tarde para los niños de nivel socioeconómico bajo o sin antecedentes familiares de TEA. El período entre la sospecha inicial de TEA y el diagnóstico final puede ser un momento estresante y confuso para las familias, y la identificación e intervención tempranas pueden resolver este problema. No obstante, quizá la razón más crucial que justifica la necesidad de detectar los primeros síntomas es que permite una intervención temprana intensiva que conduce a un mejor pronóstico a largo plazo.
Alrededor del 25 % de los niños a los que más tarde se les diagnostica un trastorno del espectro autista pueden desarrollar algún lenguaje que dejan de usar repentina o gradualmente. Por lo general, esto puede ocurrir entre los 15 y los 24 meses de edad. También pueden volverse más retraídos socialmente.
El desarrollo de los niños puede cambiar de manera significativa si hay una intervención temprana.
Bibliografía
American Psychiatric Association – APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5ª. ed). Editorial Médica Panamericana.
Salgado-Cacho, J.M., Moreno-Jiménez, M. y De Diego-Otero, Y. (2021). Detection of Early Warning Signs in Autism Spectrum Disorders: A Systematic Review. Children, 8, 164.
Zwaigenbaum, L., Bauman, M.L., Stone, W.L., Yirmiya, N., Estes, A., Hansen, R.L., et al. (2015). Early Identification of Autism Spectrum Disorder: Recommendations for Practice and Research. Pediatrics.