Cuando se habla de enuresis se hace referencia a la emisión de orina, ya se sea de forma voluntaria o involuntaria en lugares que no son apropiados (cama, ropa). Para diagnosticar enuresis, es necesario que el niño tenga más de 5 años, ya que a esa edad se da por hecho que los niños deberían controlar la orina y que no exista ninguna patología orgánica que cause el problema. Existen diferentes tipos en función del momento del día en que ocurra el escape de orina: enuresis nocturna cuando la micción ocurre en la cama mientras duerme; enuresis diurna cuando el niño está despierto y moja la ropa y enuresis mixta cuando la incontinencia ocurre tanto de día como de noche (Comeche y Vallejo, 2016).
Los criterios diagnósticos según el DSM-5 (APA, 2013) para la enuresis son los siguientes:
- Criterio A. Emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, ya sea de manera voluntaria o involuntaria
- Criterio B. El comportamiento es clínicamente significativo cuando se manifiesta con una frecuencia de al menos dos veces por semana durante un mínimo de tres meses consecutivos o por la presencia de malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, académico (laboral) u otras áreas importantes del funcionamiento.
- Criterio C. La edad cronológica es de por lo menos 5 años (o un grado de desarrollo equivalente).
- Criterio D. El comportamiento no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia u otra afección médica.
Especificar si: Sólo nocturna, sólo diurna, nocturna y diurna.
Tratamiento
Existen dos alternativas de tratamiento para la enuresis. Por un lado tenemos el tratamiento farmacológico, concretamente se usa la desmoprexina como fármaco de primera elección y se toma de forma diaria. A pesar de que los fármacos se muestren eficaces estos presentan una serie de efectos secundarios y además se ha comprobado que en la mayoría de los casos, una vez que se suspende el tratamiento los escapes vuelven a aparecer (Comeche y Vallejo, 2016).
La otra alternativa de tratamiento es el psicológico, usando concretamente técnicas conductuales. Existen tres procedimientos
- Método de alarma urinaria. Este método es el más usado para la enuresis nocturna y consiste en colocar un sensor de humedad en la ropa interior del niño que está vinculado a una alarma que sonará en caso de que ocurra el escape y que persigue despertar al niño. Una vez despierto, el niño deberá realizar una serie de pasos hasta que vuelve a meterse en la cama. El tiempo medio de tratamiento es de 8-10 semanas.
- Entrenamiento en retención voluntaria de orina. En este caso el procedimiento consiste en que el niño aprenda a aguantar la orina de forma intencionada durante un tiempo que irá aumentando. El objetivo de este entrenamiento es aumentar la capacidad de la vejiga. En lo que se refiere a la eficacia de forma aislada es limitada, pero si resulta útil combinada con otras estrategias.
- Entrenamiento en cama seca. Se trata de un programa multicomponente ya que además de técnicas operantes incluye aspectos sociales y motivacionales. Las estrategias que lo componen son las siguientes:
- Alarma urinaria: anteriormente descrita
- Entrenamiento en despertar: se despierta al niño cada cierto tiempo para que vaya al baño.
- Ingestión de líquidos durante la tarde-noche.
- Entrenamiento en retención: explicada anteriormente.
- Reforzamiento positivo: es importante reforzar/premiar los logros del niño tanto en retención de la orina como en mantener la cama seca.
- Consecuencia aversivas como son regañina, entrenamiento en limpieza (cambiar sábanas, ropa…), etc.
Este entrenamiento se organiza en dos fases y su eficacia está bien demostrada.
Referencias.
American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders. (5th ed.). Washington: D.C.: APA.
Comeche, M.I. y Vallejo, M.V. (2016). Manual de Terapia de Conducta en la Infancia. Madrid: Dykinson.