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02/12/2018 Sin categoría

Trastorno de Pánico con o sin Agorafobia:  Criterios diagnósticos según DSM-V y tratamientos basados en la evidencia empírica (TBE).

 

La característica principal de los Trastornos de Pánico (TP) es la aparición de crisis de angustia o ataques de pánico recurrentes. A continuación, se explicarán las principales características del ataque de pánico, la agorafobia y el trastorno de pánico tomando como referencia las aportaciones de la última versión del Manual Diagnostico y Estadístico de los trastornos mentales, comúnmente conocido como DSM-V.

El Ataque de Pánico (AP) según el DSM-V se caracteriza por la presencia temporal o aislada de miedo o de malestar intenso, acompañado al menos de cuatro de los siguientes síntomas físicos y cognitivos: 1) Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca; 2) Sudoración; 3) Temblor o sacudidas; 4) Sensación de dificultad para respirar o de asfixia; 5) Sensación de ahogo; 6) Dolor o molestias en el tórax; 7) Náuseas o malestar abdominal; 8) Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo; 9) Escalofríos o sensación de calor; 10) Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo); 11) Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo); 12) Miedo a perder el control o de “volverse loco”; 13) Miedo a morir.

Los Ataques de Pánico (AP) se pueden producir en el contexto de cualquier trastorno de ansiedad, así como en otros trastornos mentales y en algunas afecciones médicas. Por ello que es necesario anotarlo como un especificador. Por el contrario, el diagnóstico del Trastorno de Pánico no se utiliza como especificador ya que la presencia de un ataque de pánico esta englobada en los criterios para el trastorno.

Siguiendo con las consideraciones del DSM-V en torno al Ataque de Pánico (AP) hay que mencionar que este está definido como: la aparición súbita de miedo intenso o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante ese tiempo se producen al menos 4 de los síntomas mencionados en párrafos superiores. Además, añade la nota de que “La aparición súbita se puede producir desde un estado de calma o desde un estado de ansiedad”. Otra novedad de DSM-V con respecto al anterior manual es que tiene una mayor consideración sobre los aspectos culturales.

Criterios Diagnósticos para el especificador de Ataque de Pánico:

Nota: Los síntomas se presentan con el propósito de identificar un ataque de pánico. El ataque de pánico no es un trastorno mental y no se puede codificar. Los ataques de pánico se pueden producir en el contexto de cualquier trastorno de ansiedad, así como en otros trastornos mentales y en algunas afecciones médicas. Cuando se identifica la presencia de un ataque de pánico, se ha de anotar como un especificador (p.ej. “trastornos de estrés postraumático con ataque de pánico”). En el Trastorno de pánico la presencia de un ataque de pánico está contenida en los criterios para el trastorno y el ataque de pánico no se utiliza como un especificador.

La aparición súbita de miedo intenso o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante este tiempo se producen cuatro (o más) de los síntomas siguientes:

Nota: la aparición súbita se puede producir desde un estado de calma o desde un estado de ansiedad.

  1. Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardiaca.
  2. Sudoración.
  3. Temblor o sacudidas.
  4. Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
  5. Sensación de ahogo.
  6. Dolor o molestias en el tórax.
  7. Náuseas o malestar abdominal.
  8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
  9. Escalofríos o sensación de calor.
  10. Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
  11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
  12. Miedo a perder el control o a “volverse loco.”
  13. Miedo a morir.

Nota: se pueden observar síntomas específicos de la cultura. Estos síntomas no se cuentan como uno de los cuatro síntomas requeridos.

Por su parte la Agorafobia es otro trastorno que tradicionalmente ha estado muy relacionado con el Trastorno de Pánico (TP). Este trastorno se caracteriza por la ocurrencia de ansiedad al encontrarse en situaciones en la que escapar resulta muy difícil o podría no disponer de ayuda si aparecieran los síntomas del Trastorno de Pánico. Una novedad del DSM-V es que la agorafobia se ha eliminado como síndrome y se ha establecido como trastorno.

 

Criterios Diagnósticos para la Agorafobia:

  1. Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones siguientes:
  2. Uso del transporte público (p. ej., automóviles, autobuses, trenes, barcos, aviones).
  3. Estar en espacios abiertos (p. ej., zonas de estacionamiento, mercados, puentes).
  4. Estar en sitios cerrados (p. ej., tiendas, teatros, cines).
  5. Hacer cola o estar en medio de una multitud.
  6. Estar fuera de casa solo.
  7. El individuo teme o evita estas situaciones debido a la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas tipo pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos (p. ej., miedo a caerse en las personas de edad avanzada; miedo a la incontinencia).
  8. Las situaciones agorafóbicas casi siempre provocan miedo o ansiedad.
  9. Las situaciones agorafóbicas se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se resisten con miedo o ansiedad intensa.
  10. El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantean las situaciones agorafóbicas y al contexto sociocultural.
  11. El miedo, la ansiedad o la evitación es continuo, y dura típicamente seis o más meses.
  12. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
  13. Si existe otra afección médica (p. ej., enfermedad intestinal inflamatoria, enfermedad de Parkinson), el miedo, la ansiedad o la evitación es claramente excesiva.
  14. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental, por ejemplo, los síntomas no se limitan a la fobia específica, a la situación; no implican únicamente situaciones sociales (como en el trastorno de ansiedad social) y no están exclusivamente relacionados con las obsesiones (como en el trastorno obsesivo compulsivo), defectos o imperfecciones percibidos en el aspecto físico (como en el trastorno dismórfico corporal), recuerdo de sucesos traumáticos (como en el trastorno de estrés postraumático) o miedo a la separación (como en el trastorno de ansiedad por separación).

Nota: se diagnostica agorafobia independientemente de la presencia de trastorno de pánico. Si la presentación en un individuo cumple los criterios para el trastorno de pánico y agorafobia, se asignarán ambos diagnósticos.

Ambos trastornos no están relacionados en el DSM-V como ocurría en el DSM-IV TR, sino que son dos diagnósticos distintos, con criterios separados. Este cambio pone de manifiesto que muchas personas con agorafobia no tienen síntomas de pánico. Por lo que la agorafobia ha quedado como un trastorno que puede o no ser comórbido con el Trastorno de Pánico (TP). En los nuevos criterios del DSM-V aparece una nota que plantea que, si una persona cumple los criterios para el trastorno de pánico y agorafobia, se asignaran los dos diagnósticos diferenciados.

Si nos centramos en el Trastorno de Pánico (TP), tal como hemos comentado unas líneas más arriba, en el DSM-5 desaparecen los diagnósticos de TP con agorafobia y TP sin agorafobia.

 

Criterios Diagnósticos del Trastorno de Pánico:

  1. Ataques de pánico imprevistos recurrentes. Un ataque de pánico es la aparición súbita de miedo intenso o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante este tiempo se producen cuatro (o más) de los síntomas siguientes:

Nota: La aparición súbita se puede producir desde un estado de calma o desde un estado de ansiedad.

  1. Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardiaca.
  2. Sudoración.
  3. Temblor o sacudidas.
  4. Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
  5. Sensación de ahogo.
  6. Dolor o molestias en el tórax.
  7. Náuseas o malestar abdominal.
  8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
  9. Escalofríos o sensación de calor.
  10. Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
  11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
  12. Miedo a perder el control o de “volverse loco.”
  13. Miedo a morir.
  14. Al menos a uno de los ataques le ha seguido un mes (o más) de uno o los dos hechos siguientes:
  15. Inquietud o preocupación continua acerca de otros ataques de pánico o de sus consecuencias (p. ej., pérdida de control, tener un ataque de corazón, “volverse loco”).
  16. Un cambio significativo de mala adaptación en el comportamiento relacionado con los ataques (p. ej., comportamientos destinados a evitar los ataques de pánico, como evitación del ejercicio o de las situaciones no familiares).
  17. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo, trastornos cardiopulmonares).
  18. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., los ataques de pánico no se producen únicamente en respuesta a situaciones sociales temidas, como en el trastorno de ansiedad social; en repuesta a objetos o situaciones fóbicas concretos, como en la fobia específica; en respuesta a obsesiones, como en el trastorno obsesivo-compulsivo; en respuesta a recuerdos de sucesos traumáticos, como en el trastorno de estrés postraumático; o en respuesta a la separación de figuras de apego, como en el trastorno de ansiedad por separación).

 

Tratamientos basados en la evidencia empírica (TBE) para este trastorno:

La mayor evidencia empírica de la que disponemos en cuanto a tratamientos para el Trastorno de Pánico es la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), además hay otras formas de psicoterapia como la Terapia Psicodinámica, Terapia de Apoyo, Psicoeducación y enfoques basados en Mindfulness. Además, contamos con varios protocolos diseñados específicamente para el TP, como el Programa de Tratamiento del Control del Pánico (TCP) del grupo de Barlow y el Programa de Terapia Cognitiva (TC) del grupo de Clark, ambos están validados empíricamente por la American Psychological Association.

Sin entrar en demasiado detalle, de forma general se podrá trabajar distintos aspectos, como, por ejemplo:

  • Llevar a cabo una buena psicoeducación, donde se abordarán aspectos tales como en que consiste el Trastorno de Pánico y Trastorno de Agorafobia junto con los Ataques de Pánico, explicación sobre los síntomas fisiológicos que el paciente experimenta, etc.
  • Relajación muscular, invitar al paciente a comprender la importancia de llevar a cabo una buena relajación muscular, entrenar al paciente en los ejercicios requeridos para llevar a término dicha relajación, etc.
  • Respiración antipánico, explicarle el sentido de la respiración antipánico y entrenamiento de la misma para que el paciente pueda ponerla en práctica antes un posible ataque de pánico.
  • Intervención cognitiva, se trabaja con los pensamientos del paciente, pensamientos anticipatorios al ataque de pánico, pensamientos rumiativos, etc.
  • Exposición interoceptiva, en este paso se trabaja con el paciente la exposición a los síntomas que normalmente experimenta ante un ataque de pánico tales como sudoración, aumento del ritmo cardiaco, sensación de mareo, de ahogo. El paciente se expone mediante unos ejercicios llevados a cabo en consulta que provocan las mismas sensaciones que las que el paciente tiene cuando manifiesta tener un ataque de pánico.
  • Exposición a situaciones agorafóbicas, en este caso se expondría al paciente a situaciones o lugares que le provoque miedo, como pueden ser ir en un trasporte público (autobús o metro), hacer cola en un supermercado, los espacios abiertos, los espacios cerrados.

 

Referencias Bibliográficas

American Psychiatric Association., Kupfer, D. J., Regier, D. A., Arango López, C., Ayuso-Mateos, J. L., Vieta Pascual, E., & Bagney Lifante, A. (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5a ed.).

Barlow, D. H., & Cerny, J. A. (1988). Psychological treatment of panic. Guilford Press.

Barlow, D. H. (2004). Psychological treatments. American psychologist, 59(9), 869.

Barlow, D. H. (2013). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of anxiety and panic. Guilford Publications.

López, A. B. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la agorafobia. Psicothema, 13(3), 453-464.


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